Cuando hablamos de amor propio, nos referimos a aquellas emociones y percepciones que hacemos de nosotros mismos. Se trata de cómo nos valoramos, del concepto del Yo. En este sentido, se hace referencia a la autoestima. Entonces, en definitiva, el amor propio tiene que ver con la estima que tenemos de nosotros. Cuando las personas tienen un estima muy alta, hay problemas de egoísmo, control y soberbia y cuando es muy baja, se tiende a entregar demasiado sin medidas y dejándonos de lado.
El amor propio es sumamente importante en el ser humano. Dependiendo de nuestro amor por nosotros mismos, va a depender nuestra relación con los demás, puesto que en la medida en que nos amenos, nos vamos a respetar y tendremos la capacidad de amar a los demás, todo bajo la premisa del respeto, la tolerancia, la armonía y la solidaridad.
Cuando tomamos la firme decisión de hacernos un tatuaje que refleje nuestro amor propio, estamos dando paso a una importante etapa en nuestras vidas. Esto porque estamos ratificando y dando por sentado, la importancia de amarnos y respetarnos nosotros mismos. Para ello, podemos hacernos muchos diseños que son unos premios que nos estamos dando. Hay que tomar en cuenta que el amor propio, no siempre es tácito. Muchas veces amarnos a nosotros mismos, no es tarea fácil, ya que nos avocamos a los demás y nos abandonamos, dando paso a un vacio que genera a la larga, frustración, rabia, miedo y una profunda tristeza.
El amor propio puede plasmarse como un florecimiento. Es como si estuviésemos regando una planta dentro de nosotros, que nos va a permitir crecer, desarrollarnos, avanzar, tener metas y propósitos en nuestra vida. El amor propio puede expresarse como un abrazo a nosotros mismos que nos va a permitir estar en armonía con la vida.
